LA CEIBA


LA CEIBA



Por su frondosidad y altura, desde la época precolombina, la Ceiba, es considerada un árbol sagrado, cuyas prominentes ramas mayores, además de apuntar hacia los cuatro puntos cardinales, sostienen el universo. Este árbol gigante, nativo de América, de la región que se extiende desde México, Centroamérica y norte de Sudamérica, puede medir más de 50 metros de altura y su tronco puede rebasar los tres de diámetro “aproximadamente se necesitarían unas seis personas tomadas de la mano para rodearlo”, indica el biólogo e investigador Luis Villar Anleu, quien fue catedrático de etnobiología, en la Escuela de Historia de la Universidad de San Carlos de Guatemala (Usac).

En el país existen dos especies: la Ceiba Pentandra y la Ceiba Aesculifolia, ambas pertenecientes a la familia Bombacacea. A la segunda especie se le conoce como Palo de Lagarto, por las espinas que crecen en su tronco, pero también recibe los nombres de: Ceibillo, Tinanche, Kinin, Murul y Cox, según el ingeniero agrónomo Mario Véliz, coordinador del Herbario BIGU, de la Usac. El nombre científico de este árbol es Ceiba pentandra (L.) Gaertn, la “L” en el nombre se debe a Carlos Linneo, científico sueco que la clasificó.

Estela #5, de izapa, México, que algunos investigadores interpretan como "El árbol de la vida". Se considera la representación más sugerente de la Ceiba. Dibujo basado en Gareth W . Lowe. (Foto Prensa Libre: Hemeroteca PL).




Ancestral


Para los mayas prehispánicos, la ceiba representaba el árbol que sostiene el universo. Según el epigrafista Federico Fahsen, la creencia se basaba en que las ramas están en el cielo, el tronco es donde vivimos y la raíz está en el inframundo. Aunque no hay un glifo especifico para la palabra ceiba, en las inscripciones mayas se ha encontrado la palabra Yaxche (árbol verde) que podría estar relacionada.





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“La Ceiba ha tenido gran significado, tan importante, que aun todavía en Guatemala creemos que no se debe cortar, antes debe pedirse permiso a los dioses, a las deidades, es una herencia prehispánica”, agrega el epigrafista.




La cosmogonía maya también cree que la Ceiba abre sus ramas hacia los cuatro puntos cardinales par unirse a la cuádruple deidad que rige los vientos y las lluvias. Además, marca los rumbos en el mundo físico y divide las estancias de los dioses en el misterio sideral.





En Guatemala, la Ceiba crece El PetŽEn Guatemala la Ceiba crece en la mayoría de departamentos de la República. (Foto Prensa Libre: Hemeroteca PL).

                       

                      

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